EDUCACIÓN SEXUAL EN INFANTIL
Hola a todos y a todas! Hoy, día 2 de noviembre, ha venido al aula Diego Fernández Fernández. Es investigador predoctoral experto en educación sexual y ha venido a hablarnos un poco del tema. Antes de comenzar ha querido conocer un poco lo que sabíamos del asunto y para ello realizó una serie de preguntas con una aplicación que posteriormente fuimos poniendo en común. Algunas de ellas eran: ¿Qué es el sexo? ¿Qué es la educación sexual? ¿La educación sexual es un derecho o un privilegio? ¿Cuál es la edad adecuada para hacer educación sexual?
La educación sexual es un conjunto de actividades relacionadas con la educación, la difusión y la divulgación acerca de la sexualidad en todas las edades del desarrollo: aparatos reproductores, relaciones sexuales, sexo seguro, derechos sexuales y reproductivos, etc. Según la OMS, la educación sexual debe ir más allá de la información fomentando el amor, el conocimiento propio, la mejora de la toma de decisiones, etc. Debe abordar numerosos contenidos: hábitos saludables y cuidado del cuerpo, límites del consentimiento, autoestima, etc. Es necesario no limitarse exclusivamente a hablar de métodos anticonceptivos y enfermedades de transmisión sexual ya que se puede transmitir la idea de que la sexualidad es miedo y dolor cuando también es placer, afectividad, masturbación, etc.
La educación sexual tiene múltiples beneficios ya que hace que se tengan relaciones sexuales responsables, te ayuda a conocer mejor tu cuerpo y acabar con los prejuicios, elimina roles de género, etc.
La educación sexual es un derecho humano. El Relator Especial sobre el Derecho a la Educación de Naciones Unidas afirmó en 2010 que el derecho a la educación es un derecho humano en sí mismo y a su vez es indispensable para poder disfrutar de otros derechos humanos: salud, información, derechos sexuales y reproductivos. En España la educación sexual no es un derecho. Aunque hay alguna ley y se piense que debería ser un derecho para los menores esto no es así y depende de muchos factores. Hoy en día la educación sexual es un privilegio, hay muchos obstáculos para su abordaje y si se trabaja suele ser desde la salud sexual. Todos hemos recibido alguna charla en el ámbito educativo sobre embarazos no planificados, enfermedades de transmisión sexual (ETS), métodos anticonceptivos, etc. En lo que respecta a esto último cabe destacar que siempre están enfocados a las mujeres. Hay documentos en los que se dice que el preservativo es el método más igualitario, pero no lo es en el momento en que un condón femenino tiene un coste de 3 euros.
La educación sexual suele ser informal , puede no darse en un contexto donde haya una intencionalidad educativa. Se suele trabajar desde la urgencia y es minimalista ya que se trabajan cosas puntuales. Por ejemplo, las ETS porque lo propuso la Cruz Roja. Se sigue entendiendo que sexo se refiere solo a los genitales, a una única práctica que es el coito y a un único fin que es la reproducción. La educación sexual es voluntaria, hay personas que tienen la buena fe de intentar hacer lo que pueden y, aunque haya buena intención, la metodología de abordaje no siempre es la más apropiada/correcta ya que no se tiene formación en sociología, en género. Por ejemplo, temas como la masturbación se puede enfocar desde la prohibición, la permisividad u obligatoriedad. Se va a destiempo de los momentos evolutivos ya que, por ejemplo, el ciclo menstrual no se toca hasta la ESO y hay personas que tienen la primera menstruación en primaria. Hay que trabajarlo antes de que ocurra.
Es importante que exista la educación sexual en colegios e institutos desde edades tempranas ya que se aclaran cuestiones biológicas y así se pueden tomar decisiones sin coacciones, discriminación, violencia, etc. Cabe destacar que solo el 34% de los jóvenes en países en vías de desarrollo saben responder a 5 cuestiones básicas sobre el VIH y su prevención. Del mismo modo, siete de cada 10 personas lesbianas, gays, bisexuales en Europa ocultan su orientación sexual durante la etapa escolar. Esta educación sexual ha de ser adecuada a la edad del estudiantado y también es importante la participación de las familias y otros agentes legalmente responsables. En Asturias la Consejería de Salud y Educación, el Instituto Asturiano de la Mujer (IAM) y el Conseyu de la Mocedá del Principáu d' Asturies (CMPA) han impulsado en la ESO el programa "Ni Ogros ni Princesas" con el objetivo de ofrecer una educación en sexualidades basada en la salud, el placer, la autonomía, la libertad de elección, la igualdad, el respeto a la diversidad, etc.
En Suecia se lleva haciendo educación sexual desde el año 1955. En Europa hay currículos que incluyen programas de educación sexual dentro de las aulas. Incluso países en contra del colectivo LGTBI como Irlanda o Hungría, tienen educación sexual obligatoria. Sin embargo, España no aparece. Hay una declaración de los derechos sexuales que se elaboró en el año 97 y hoy cumple 27 años. La última revisión fue en el 2014. Existen leyes tanto internacionales como nacionales y autonómicas que permiten y teóricamente obligan a que se haga educación sexual en las aulas en todas las etapas educativas.
El sexo se está trabajando en tres grandes opciones: el sexo que se es (identidad, hombre, mujer): tiene que ver con cómo nos sentimos, cómo nos identificamos, es una sensación más subjetiva. El sexo que se tiene: tiene que ver con lo anatómico, lo fisiológico, lo corporal, los atributos, no solo en lo relativo a los genitales y cromosomas sino a los procesos que nos diferencian a lo largo de la vida, algunos reversibles y otros irreversibles). El sexo que se hace: una vez que uno sabe lo que es y es consciente de lo que tiene se plantea qué hacer con eso. Hay otra forma de hablar de ello: expresión (lo que haces), identidad (identificación), el cuerpo (atributos que cambian a lo largo de la vida) y orientación (hacia quién se dirige el deseo).
¿Mito o realidad?
La educación sexual conduce a una temprana iniciación de la actividad sexual. Lo que se dice es que cuando se trabaja la educación sexual lo que ocurre es que no suele hacer que los chicos y las chicas tengan un inicio temprano de actividad sexual. Más bien esta retarda y hace más responsable el comportamiento sexual.
La educación sexual priva a las niñas y niños de su inocencia. Lo que ocurre es que de no abordar educación sexual de manera apropiada a la edad, los niños y niñas van a recibir mensajes contradictorios y perjudiciales de fuentes poco fiables o incorrectas.
La educación sexual está en contra de nuestra cultura o religión. No está en contra de la religión o de la cultura de nadie sino que si hay culturas o religiones o formas de pensar que están en contra de los derechos humanos, por ejemplo, esa educación sexual no va a dar ese posicionamiento.
La educación sexual de los jóvenes es responsabilidad exclusiva de las madres, los padres y la familia extensa. Claro que las familias son responsables, pero también el centro educativo, los profesionales de la salud, etc., es una corresponsabilidad.
Las madres, padres y familias se opondrán a la enseñanza de la educación sexual en la escuela. Las familias son las que más pelean porque haya educación sexual en las aulas. No hay noticias de esas familias a las que les parece bien.
La educación sexual es negativa para niñas y niños en las etapas de Infantil y Primaria. Al igual que un idioma se aborda desde Infantil con la educación sexual igual. Ha de ser adecuada adaptándose a la etapa evolutiva y a las necesidades.
El profesorado siente incomodidad, temor o carece de las competencias necesarias para abordar la educación sexual. Si que es cierto que en España hay una formación insuficiente, cada vez hay numerosas guías y materiales de referencia donde se aborda tanto a nivel teórico como metodológico. Quien quiera puede trabajar la educación sexual, tener un primer punto de partida.
La educación sexual ya se ha cubierto en otras asignaturas (biología, habilidades para la vida, educación cívica, ...). Para que un programa de educación sexual sea eficaz y efectivo requiere de 12 a 20 clases como mínimo de 45 minutos - 1 hora a lo largo de varios años.
La educación sexual debe promover valores, actitudes, habilidades, destrezas, conocimientos. Valores como el respeto, la tolerancia, la igualdad, la empatía, etc.
La educación sexual con bases científicas se encuentra ampliamente documentada desde las evidencias científicas.
Objetivos:
- Aprender a conocerse: como sexos que son, desde el marco de los sexos, desde la diferencia y la diversidad, desde los encuentros y desencuentros.
- Aceptarse, armonizarse, reconciliarse: en cada peculiaridad única, situación, matiz y evolución. Ampliar márgenes para que todos quepan.
- Expresarse: hacer lo que deseas, con quién deseas y del modo que deseas: desde las peculiaridades, desde los placeres y la satisfacción.
- Convivir, comportarse. Desde uno y no desde el otro, con acuerdos/comunicación y con arte y habilidad (que se entienda y aprende).
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